La intolerancia alimentaria es la reacción adversa del organismo al ingerir un determinado alimento, conservante o aditivo, que provoca la formación de anticuerpos en el sistema inmunológico frente a proteínas de determinadas sustancias alimentarias.
Para conocer qué alimento o sustancia es la que nos está provocando ese desequilibrio orgánico y esa mala asimilación por parte de nuestro organismo, utilizamos el estudio de intolerancia alimentaria.
¿Cuáles son las intolerancias alimentarias más comunes?
– Intolerancia al gluten.
– Intolerancia a la lactosa.
– Intolerancia al sorbitol.
– Intolerancia a la fructosa.
– Intolerancia a la histamina.
– Intolerancia a los sulfitos.
¿Qué tipos de estudios de intolerancias alimentarias existen?
Hay varias formas de hacer el “test”:
– Con un análisis de sangre.
– A partir de una muestra de saliva.
– Con un test de hidrógeno.
– Con una biopsia del intestino delgado.
– Con un estudio de las heces.
– A partir de un estudio con biorresonancia.
En nuestro centro de terapias naturales optamos por la tecnología alemana Rayonex, con certificación médica tipo 2 A, que diagnostica a través de la biorresonancia qué alimentos o sustancias representan una intolerancia o alergia para nuestro organismo. En este caso no se utilizan métodos de extracción de muestras de sangre ni de otro tipo.
Lo que hacemos es conectar a la persona al dispositivo, y es ésta la que entra en contacto con unos 200 alimentos, a través de un “kit de testaje”. En ese momento observamos en la pantalla del dispositivo Rayonex cómo reacciona su organismo (si muestra sensibilidad a alguna de las sustancias o alimentos), aportándonos de esta forma la información necesaria para permitirnos crear un diagnóstico preciso y fiable.
En este estudio la persona no tiene que ingerir nada y está totalmente exenta de riesgo o contraindicación. Se puede realizar a cualquier edad, incluyendo bebés y ancianos, y a mujeres embarazadas.
En el estudio de intolerancias, además de las alimentarias, podemos analizar reacciones frente a:
– Conservantes.
– Colorantes.
– Pólenes.
– Epitelio y pelo de animales.
– Cosméticos.
– Fibras naturales y sintéticas.
– Detergentes y suavizantes.
– Sustancias de prótesis dentales.
– Químicos ambientales.
– Metales.
– Y cualquier otro alimento, bebida o sustancia sobre las que la persona tenga dudas de si le pueden provocar algún tipo de reacción (para ello tendría que traerlo físicamente a la consulta).
La duración de la consulta en la que llevamos a cabo esta prueba, es de una hora y media, aproximadamente. Una vez tenemos un diagnóstico completo, proponemos una reeducación alimentaria, con el fin de mejorar los síntomas derivados de esas intolerancias y un tratamiento adecuado a cada caso, para conseguir una vida saludable.
Ahora que ya sabes en qué consiste la prueba de Intolerancia Alimentaria, en nuestro centro Vitasalud te podemos ampliar más información. Nuestro equipo de profesionales te resolverá las dudas al momento.
¿A que esperas? ¡Pide tu cita ahora!